Enfermedades en las almohadillas de los gatos: ¿Notas algo raro en sus patitas? 🐾

¿Te has fijado alguna vez en lo suaves que son las almohadillas de tu gato? Esas pequeñas zonas acolchadas no solo son adorables… también son fundamentales para su salud y bienestar. Las usan para caminar, correr, trepar, y hasta para regular su temperatura. Por eso, cualquier cambio en su aspecto o comportamiento merece nuestra atención.
Si has notado que tu gato cojea, se lame mucho las patas o sus almohadillas están enrojecidas, secas o con mal olor… podrías estar ante un problema de salud que necesita atención. Las almohadillas son vitales para su movilidad y comodidad. Detectar cualquier cambio a tiempo puede marcar la diferencia en su bienestar 😺.
¿Tiene tu gatito hongos en las almohadillas?
Las infecciones por hongos pueden aparecer en cualquier gato, incluso si es joven, casero o de pelaje oscuro. Las zonas húmedas, las heridas o un sistema inmune débil son factores que favorecen su aparición.
Síntomas más comunes:
Enrojecimiento visible en las almohadillas
Inflamación o hinchazón local
Picor, lamido excesivo o intento de rascarse
Olor desagradable
Lesiones, costras o descamación
El tratamiento suele incluir antifúngicos (tópicos u orales), además de mantener el entorno limpio y seco. Acudir al veterinario ante los primeros síntomas es la mejor decisión 💊.
¿Cuáles pueden ser las enfermedades más comunes en las almohadillas de los michis?
Las almohadillas pueden verse afectadas por varios problemas. Estos son los más frecuentes:
Pododermatitis: inflamación provocada por alergias, hongos, bacterias o enfermedades inmunológicas.
Hiperqueratosis: engrosamiento de la piel que puede molestar al caminar.
Grietas y sequedad: por deshidratación, frío o falta de cuidados.
Lesiones por objetos cortantes o superficies calientes/frías.
Infecciones bacterianas o micóticas.
Detectarlas a tiempo puede prevenir que el problema avance y se complique.

¿Qué podemos hacer si tiene cortes o heridas en sus almohadillas? 🏥
Lo primero es limpiar con agua tibia o suero fisiológico. Evita productos con alcohol o químicos agresivos. Luego, puedes aplicar un antiséptico apto para animales y observar su evolución. Si la herida es profunda o tu gato cojea, lo mejor es acudir al veterinario cuanto antes.
Evita que se lama la zona o que camine mucho hasta que cicatrice correctamente. Una buena hidratación y descanso son clave.
¿Has notado algo raro en las patitas traseras de tu gatito? 🧐
Si tu gato camina raro, no quiere saltar o se muestra molesto al tocarle las patas traseras, puede estar sufriendo dolor muscular, lesiones, cojera o incluso alguna patología relacionada con las almohadillas.
Estos cambios pueden ser sutiles al principio, pero es importante prestar atención. Ante la duda, una revisión veterinaria puede descartar cualquier problema.
Seguramente te preguntarás ¿Hay michis que tienen las patas más cortas?
¡Sí! Existen razas de gatos que, por genética, tienen las patitas más cortas. No es una enfermedad, sino una característica hereditaria que les da un aspecto adorable y muy particular.
En la mayoría de los casos, estos gatos pueden moverse con normalidad, aunque requieren revisiones periódicas para prevenir problemas óseos o articulares a largo plazo.
¿Quieres conocer las razas de felinos con las patitas más cortas?
Estas son algunas de las razas más conocidas:
Munchkin: la más famosa, con sus patitas cortas y cuerpo alargado.
Napoleón (Minuet): mezcla de Munchkin y Persa, muy dulce y compacto.
Scottish Fold y American Curl: algunos ejemplares presentan extremidades algo más cortas, además de orejas peculiares.
Aunque se ven distintos, siguen siendo juguetones y activos 🧶
¿Conoces al gato africano de patas negras?
Este felino salvaje, conocido como Felis nigripes, vive en África y es uno de los más pequeños y sigilosos del mundo. A pesar de su tamaño, es un cazador eficaz y muy territorial 🐆.
No debe confundirse con razas domésticas. Es una especie silvestre que no puede convivir como mascota.
¿Cómo podemos fortalecer las patitas traseras de nuestros michis?
Las patas traseras de los gatos no solo les permiten saltar con agilidad, sino que también son clave para su equilibrio, musculatura y salud articular. Para mantenerlas fuertes y funcionales, es importante estimularlas de forma natural y segura.
Te recomiendo ofrecerle:
Juegos diarios que impliquen movimiento, como perseguir plumeros, cañas o pelotas.
Rascadores verticales y árboles para gatos, que fomentan el estiramiento y el trepado.
Espacios en altura o con diferentes niveles, para subir, bajar y ejercitar las patas traseras.
Buena alimentación, rica en proteínas de calidad, ácidos grasos y nutrientes esenciales para músculos y articulaciones.
Control del peso, ya que el sobrepeso sobrecarga las patas traseras y favorece la artrosis.
Si tu gato es mayor o tiene movilidad reducida, existen suplementos veterinarios específicos (como condroprotectores) y ejercicios adaptados. Consultar al veterinario es siempre la mejor forma de adaptar el ejercicio a su edad y estado físico.
¿Qué es la pododermatitis plasmocitaria en los felinos?
La pododermatitis plasmocitaria felina es una enfermedad infrecuente pero importante que afecta principalmente a la almohadilla central de una o varias patas. Se caracteriza por una inflamación blanda, con aspecto amoratado o rojizo, a veces con descamación o grietas.
Se cree que tiene un origen inmunomediado, aunque no está del todo claro. Puede aparecer de forma aislada o asociada a otras enfermedades como el virus de la leucemia felina (FeLV) o la inmunodeficiencia felina (FIV).
Síntomas que puedes observar:
Almohadilla central hinchada y blanda
Coloración violácea o rojiza
Cojera o sensibilidad al caminar
Lamido excesivo de la zona
El tratamiento suele incluir corticoides orales, y en algunos casos, antibióticos si hay infección secundaria. Algunos gatos pueden necesitar una biopsia para confirmar el diagnóstico. La evolución suele ser favorable con el tratamiento adecuado, aunque pueden existir recaídas.
¿Qué es hiperqueratosis en las almohadillas de los gatos? ¿Es grave?
La hiperqueratosis es un engrosamiento anormal de la piel de las almohadillas, donde la capa externa se vuelve más dura, seca y a veces agrietada. Puede afectar a gatos mayores, con problemas metabólicos, inmunológicos o infecciosos.
No siempre es grave, pero puede causar molestias al caminar, sobre todo si se forman fisuras profundas o se pierde flexibilidad.
Causas más comunes:
Edad avanzada (cambios degenerativos)
Infecciones víricas (como el calicivirus)
Enfermedades autoinmunes
Deficiencias nutricionales
Contacto repetido con superficies abrasivas o frías
El tratamiento incluye:
Hidratación regular con cremas específicas para gatos
Evitar suelos agresivos (como baldosas heladas o suelos rugosos)
Mejorar la alimentación con suplementos ricos en ácidos grasos esenciales
En casos complicados, el veterinario puede recetar medicamentos tópicos o sistémicos
Aunque no suele ser una urgencia, requiere seguimiento veterinario para evitar complicaciones.
Siete Preguntas frecuentes sobre las almohadillas de los michis.
1. ¿Por qué mi gato cojea y no se deja tocar la pata?
Esto suele indicar dolor o una lesión. Puede haber una herida, una inflamación o algo clavado. Si no se deja tocar, no lo fuerces, y evita que camine o salte demasiado. Observa si hay hinchazón, color anormal o secreciones. Si no mejora en 24-48h, acude al veterinario.
👉 Consejo: Si puedes, graba un vídeo de cómo camina para enseñárselo al veterinario si luego se pone nervioso.
2. ¿Cómo actuar si su almohadilla está pelada o reventada?
Una almohadilla pelada o con pérdida de piel necesita limpieza inmediata con suero fisiológico, aplicación de un antiséptico apto para gatos y reposo. No uses cremas humanas ni alcohol. Si la zona sangra, supura o tu gato no apoya la pata, llévalo al veterinario cuanto antes.
👉 Consejo: Puedes proteger la zona con una gasa limpia sujeta con venda autoadhesiva suave, solo hasta que lo revise el profesional.
3. ¿Es normal que la inflamación no baje después del tratamiento?
No debería persistir mucho tiempo tras empezar el tratamiento. Si la hinchazón no mejora en unos días o empeora, puede indicar infección resistente, alergia o un diagnóstico incorrecto. Es importante revisar el caso de nuevo con el veterinario.
👉 Consejo: Evita automedicar con antibióticos o antiinflamatorios sin prescripción. Algunos fármacos humanos son tóxicos para gatos.
4. ¿Qué hacer si no tengo acceso inmediato a un veterinario?
Mantén la zona limpia y seca, limita su actividad y evita que se lama o muerda la herida. Puedes usar suero fisiológico y una gasa para cubrir, pero sin apretar. En caso de herida abierta, vigila signos de infección como mal olor, pus o fiebre.
👉 Consejo: En muchos casos, puedes contactar con un veterinario online o una línea de urgencias para orientación básica.
5. ¿Puedo sedar a mi gato en casa para curarlo?
No debes sedar a tu gato por tu cuenta. Los sedantes felinos solo pueden administrarse con receta y supervisión veterinaria. Además, una mala dosis puede ser peligrosa.
👉 Consejo: Si tu gato no se deja manipular, intenta envolverlo suavemente en una toalla (como en un “burrito”) para calmarlo y manejarlo con más seguridad.
6. ¿Cuánto tarda en curarse una herida en la almohadilla?
Depende de la profundidad y tamaño. Una herida leve puede cerrar en 3 a 5 días. Las más graves o infectadas pueden tardar hasta 2 semanas o más. Es clave mantener la zona limpia y limitar la actividad física.
👉 Consejo: Si después de 7 días no ves mejora, o si hay más dolor, supuración o cojera, consulta al veterinario.
7. ¿Cómo saber si una infección es grave o no?
Los signos de infección grave incluyen: hinchazón intensa, enrojecimiento que se extiende, pus, fiebre, apatía o pérdida de apetito. Si ves alguno de estos síntomas, es urgente acudir al veterinario.
👉 Consejo: Una infección localizada en una pata puede extenderse si no se trata a tiempo. No esperes a que “se cure solo”
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